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Educación y trabajo social
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DIÁLOGO VIRTUAL CON RECTORES DE UNIVERSIDADES LÍDERES DE AMÉRICA LATINA: RETOS Y DESAFÍOS DE LAS UNIVERSIDADES LATAM ANTE EL CAMBIO DE PARADIGMA EDUCATIVO FORZADO POR LA COVID19:


Antecedentes

El Banco Interamericano de Desarrollo, en asociación con UNIVERSIA-Santander, se propuso en 2018 iniciar un proceso de diálogo estratégico con las instituciones de educación superior de América Latina. Con ese objetivo se realizó un primer Diálogo de Rectores en Washington el 22 y 23 de octubre 2018, sobre el Impacto de la Revolución tecnológica en las Universidades Latam.

Ambas instituciones continúan comprometidas en seguir promoviendo un diálogo estratégico con los máximos responsables de las Instituciones de Educación Superior de América Latina sobre los diversos aspectos que inciden en el desarrollo de su actividad. De esta forma, nos hemos propuesto replicar el espacio de reflexión que tan buenos resultados produjo y organizar de nuevo un segundo Diálogo con Rectores, en esta ocasión en formato virtual, como consecuencia de los efectos provocados por la pandemia del Covid-19. Y es precisamente la situación creada por esta pandemia y la huella que está dejando en los procesos de Transformación Digital de las Universidades Iberoamericanas, en concreto en el impacto que puede suponer para la implementación y desarrollo de tecnologías en los procesos educativos, la que pretendemos que centre los diálogos y debates en esta ocasión.

Si uno de los pilares fundamentales de la Transformación Digital que se está produciendo en las universidades es la enorme influencia que las tecnologías están suponiendo en los procesos educacionales que se dan en el área académica, la tesitura en la que la Covid19 ha colocado la actividad de dichas universidades resulta catalizadora para la aceleración de procedimientos de implementación y adaptación de una gran mayoría de estas tecnologías por parte de las instituciones.

Tecnologías educativas como los LMS, herramientas de videoconferencia que facilitan reuniones y clases virtuales o espacios colaborativos y de almacenamiento en la nube, por mencionar algunas, han permitido, de manera razonablemente exitosa en las universidades iberoamericanas, que de forma urgente se diera continuidad a la parte más esencial de su negocio, el de la enseñanza superior, transformándola en una docencia a distancia. Y decimos “docencia a distancia”, urgente y no planificada, y no tanto auténtica “docencia online”.

Efectivamente las universidades iberoamericanas han sido capaces en su mayoría de trasladar su actividad académica, esencialmente presencial, a una docencia exclusivamente a distancia, pero ahora se dibuja en el horizonte un nuevo desafío para las mismas: la evaluación de los estudiantes en esta modalidad de enseñanza. Resolver el problema que plantea la evaluación a distancia, más allá de las distintas metodologías a aplicar, ha puesto de manifiesto la importancia de apostar por la evaluación continua o por herramientas tecnológicas de Proctoring o monitorización de pruebas a distancia, capaces de proporcionar elementos de autenticidad, confiabilidad y validez a dichos procesos de evaluación. A pesar de sus deficiencias respecto a la evaluación presencial, y a las posibilidades aún presentes de ser hackeadas de forma no compleja, estas soluciones de proctoring quizás debieran ser consideradas a medio plazo como un elemento más a utilizar en la necesaria incorporación de la enseñanza online a las universidades, valorada ésta como una oportunidad esencial en la formación y desarrollo de talento para el mercado de capital humano del futuro inmediato de nuestra sociedad, tarea fundamental en la que deben aplicarse nuestras universidades iberoamericanas.

Como decíamos, se aprecia de forma nítida que la transición a la enseñanza a distancia llevada a cabo por nuestras universidades, no trae implícita el desarrollo de una verdadera educación online, excepto lógicamente en aquellas universidades ya concebidas originalmente como online. Pero para la gran mayoría de instituciones universitarias “presenciales”, aunque también contaban ya con experiencias de titulaciones online o en forma de blended Learning, esta enseñanza se proporcionaba de forma presencial, y este modelo de clase presencial se ha trasladado a los hogares de nuestros docentes y alumnos, siendo los procesos básicamente los mismos. Sin embargo, esta excepcional realidad podría contemplarse como una ocasión única para emprender el camino en el que las tecnologías educativas pudieran mediar dichos procesos de enseñanza y aprendizaje, transformándolos en beneficio de nuestros objetivos.

 

Entornos de aprendizaje como los LMS, los PLE o los MOOC y tecnologías tales como la Inteligencia Artificial, la Analítica Predictiva o del Aprendizaje, Blockchain o herramientas de Proctoring, deben encaminar a las universidades a la incorporación de una auténtica enseñanza online en la que los procesos educacionales se flexibilicen y adapten a los estudiantes facilitando un seguimiento exhaustivo de sus necesidades y progresos. Para ello se debe estimar como tarea ineludible el dotar tanto a los estudiantes, pero sobre todo al profesorado, de competencias digitales que les ayuden en la aplicación y utilización de estas herramientas que transformarán su trabajo o estudio.

 

Para finalizar, hemos de señalar uno de los aspectos que ha revelado la pandemia del Covid-19 en el ámbito de las Instituciones de Educación Superior, y que quedaba solapada por la general utilización de la presencialidad en sus procesos educativos. La llamada brecha digital. Se ha constatado la imposibilidad de acceso a los servicios online proporcionados por sus universidades de importantes bolsas de usuarios que o bien no están capacitados para utilizar las herramientas puestas a su disposición, o directamente no tienen acceso a servicios básicos como conexión a internet o a dispositivos informáticos. Reducir la brecha digital entre sus usuarios será primordial para las universidades en su empeño de realizar la necesaria Transformación Digital.

 

La pandemia del Covid-19 está afectando a todas las esferas de la sociedad, y la Universidad, como institución referente de la misma, no es una excepción. Las universidades ya han emprendido el camino para aportar sus soluciones ante la emergencia, como siempre han realizado a lo largo de su historia. Pero también van intuyendo que la coyuntura creada por la pandemia puede traer elementos no coyunturales sino estructurales, y de paso ser una excelente oportunidad para impulsar algunos aspectos fundamentales de su Transformación Digital, entre los cuales se sitúan de manera central los procesos educativos.